El té verde contiene compuestos antioxidantes que son muy beneficiosos para luchar frente a determinados tipos de cáncer y en la reducción de los efectos propios del envejecimiento.
Los principales activos que entran en la composición del té son los siguientes:
- Agua y sales minerales: Las hojas contienen entre un 5 y un 6% de agua y entre un 4 y un 7% de sales minerales, en especial potasio y manganeso.
- Acidos orgánicos: Otros compuestos minoritarios que también pueden encontrarse en el té son ácidos orgánicos como málico, succínico, oxálico y galoquínico, incluso un pequeño porcentaje de lípidos.
- Compuestos glucídicos: El té contiene inositol, azúcares reductores, gomas y pectinas.
- Polifenoles: El té se destaca por su contenido en compuestos polifenólicos (3%) que son los responsables de su actividad terapéutica y de su poder antioxidante. Los polifenoles disminuyen con la edad de la planta y con la época de recolección, para plantas de la misma edad, es menor en primavera y mayor en agosto y septiembre. Entre otros beneficios, los polifenoles del té serían buenos para el cerebro, retrasando la aparición de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Los polifenoles del té son de tres tipos: flavonoides, catequinas o catecoles y taninos:
- Flavonoides: Entre los flavonoides del té, los más importantes son el kemferol, quercetol (quercitina) y miricetol. Además de aportar propiedades antioxidantes, los flavonoides del té protegen de enfermedades cardiovasculares.
- Catequinas: Los catecoles o catequinas son más abundantes en el te verde, que en el té negro y en la planta fresca. Los más activos son el catecol, epicatecol y sus ésteres con ácido gálico. Las catequinas del té son las responsables de sus efectos anticancerígenos.
- Taninos: El té también contiene taninos catéquicos condensados (8-25%). Los taninos se relacionan con las propiedades astringentes del té, útiles tanto para tratar la diarrea, como para por ejemplo, cicatrizar heridas. Sin embargo, dado que interfieren en la absorción de hierro, en ocasiones pueden agravar cuadros de anemia.
- Aceite esencial de té: Tiene una pequeña cantidad de aceite esencial (0.007-0.014% en las hojas frescas), menor que la del té negro, dado que se forma en el proceso de fermentación de las hojas.El aceite esencial de té contiene hexenol, y pequeñas cantidades de aldehidos, butiraldehido e isobuteraldehido, así como alcoholes fenólicos, geraniol, linalol y citral.
- Alcaloides: Los alcaloides del té (2-4%) quizás sean los componentes más conocidos. Se trata de derivados de la purina, conocidos más comúnmente como 'bases xánticas', las más abundantes son la cafeína y la teofilina.En la planta fresca, la cafeína se encuentra combinada con los ácidos orgánicos formando un compuesto conocido como 'tanoide'. Por tal razón, el té negro tiene una acción más estimulante sobre el sistema nervioso, que el té verde puesto que durante el proceso de fermentación se rompe este tanoide dejando libre la cafeína.
- Vitaminas y enzimas: Por último, el té contiene además, vitaminas y enzimas.
Diversas invenstigaciones han demostrado que el cunsumo de su extracto protege contra las siguientes enfermedades degenerativas:
- Prevención del cáncer: La capacidad del té verde para prevenir el cáncer ha sido objeto de innumerables estudios que sugieren que sus componentes, en particular las catequinas, son los responsables de sus propiedades anticancerígenas. Los resultados de estos estudios señalan que tomar 3 tazas de te verde al día, ayudan a proteger contra el cáncer. Tal es así, que se especula que el té verde podría ser el motivo de la baja tasa de cáncer en Asia.
- Prevención de enfermedades cardiovasculares: No sólo evita la aterosclerosis, gracias a sus efectos antioxidantes, sino que además, por sus efectos antitrombóticos, mejora la circulación sanguínea, ambos factores contribuyen eficazmente, en la prevención de muchas enfermedades cardiovasculares.
Fuente: http://te.innatia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario